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Ya podría tener el alma llena
por ofensas de memos intentadas
y estarían las cestas rebosadas
y desbordado mi ánimo de pena.
Lo que consigue su conducta obscena
es amargar sus vidas limitadas
por profundas envidias amargadas
sin obtener provecho ni alacena.
Reserven para sí todas sus ganas
y no gasten en mí sus energías
pues sólo sacarán cáscaras vanas
sin quitar a mi vida lozanías
ni conseguir más luz a sus mañanas
aunque empeñen en ello celo y días.